jueves, 6 de marzo de 2014

Boeing Black El móvil que se "autodestruye" ante el uso indebido

El fabricante estadounidense de aviones Boeing desarrolló un teléfono inteligente pensado principalmente para personas que trabajan en defensa y seguridad nacional, el " Boeing Black", informó la empresa en su sitio web.

Boeing --empresa conocida por su desarrollo de la aeronática-- presentó documentos ante la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, en inglés) describiendo el teléfono, que lo denominaron Boeing Black, funciona con el sistema Android de Google y se fabrica en Estados Unidos.

"Los grupos de defensa y seguridad de Estados Unidos exigen accesos confiables a la información para cumplir sus misiones", dice la página.

El teléfono inteligente Boeing Black fue diseñado pensando en "garantizar a nuestros clientes que pueden utilizar el mismo teléfono inteligente para una serie de tareas y configuraciones", agrega, sin especificar si el dispositivo ya se encuentra a la venta.

El teléfono estará dirigido sobre todo a agencias de defensa y seguridad nacional del gobierno y a sus subcontratistas, agregó Boeing en los documentos presentados ante la FCC.

Su seguridad se apoya en el cifrado de datos, pero también en su fabricación. "El Boeing Black está hecho como un dispositivo sellado con resina epóxica tanto alrededor de la cubierta como de los tornillos, cuyas cabezas están cubiertas con un seguro para detectar intentos de desmontaje".

"Cualquier intento de romper la carcasa del dispositivo podría desencadenar funciones que borrarían la información y el software contenidos en el dispositivo y los dejarían fuera de funcionamiento", agregan los documentos.

Así, además de encriptar la información gestionada, este equipo es capaz de destruir la información que contiene y bloquear su funcionamiento al intentar abrir su carcasa, en el caso de pérdida o robo. Vale decir que, a diferencia de las películas de espionaje, no es el propio equipo el que se autodestruye, sino los datos que contiene.

Características

El teléfono, que se fabrica en los Estados Unidos, está basado en Android, tiene una pantalla de 4,3 pulgadas y resolución de 960 × 540 píxeles, pesa 170 gramos y dispone de una batería de 1.590 mAh. Sus dimensiones no son precisamente compactas: 131,9 × 67,6 × 13,25 mm. El procesador es modesto, un ARM Cortex-A9 dual-core a 1,2 GHz.

No se indica la RAM o la capacidad de almacenamiento —sí existe ranura microSD—, pero por ejemplo destaca la presencia de dos ranuras SIM para acceder a varias redes móviles. Además del cifrado de los sistemas de ficheros disponemos de chips TPM, Secure Boot, y un motor hardware de cifrado que “protege tanto los datos almacenados como los transmitidos".

Escaner biométrico y panel solar

El diseño modular del teléfono permite también ofrecer a sus propietarios la opción de añadir expansiones como por ejemplo sensores biométricos o cargadores solares, y aunque parece que en Boeing orientan este dispositivo más a esas agencias y empresas preocupadas por este tipo de escenarios, también los usuarios podrán adquirirlo.

De momento no se sabe la disponibilidad de este terminal, es más, puede que no nos lleguemos a enterar, entre otras cosas porque al ser un objeto tan limitado y exclusivo hecho y fabricado por quienes se dedican a la seguridad, todo será un gran secreto y una incógnita, aunque sin duda, tarde o temprano modelos así llegarán a la ciudadanía.

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