viernes, 20 de marzo de 2015

Galaxy S6 y Galaxy S6 edge: Un avance con carga inalámbrica

Con Samsung Galaxy S6 y Galaxy S6 edge, nuestra relación de amor y odio con los cables realmente va a cambiar para bien, debido a que los dos teléfonos ofrecen una carga más conveniente y libre de molestias, con la libertad inalámbrica.

A lo largo de más de 10 años, Samsung ha venido trabajando en la carga inalámbrica; su primer teléfono con carga inalámbrica fue DroidCharge, en 2011. Sin embargo, la industria estaba en peligro de fractura, ya que había diferentes estándares para carga inalámbrica.

Samsung Galaxy S6 y Galaxy S6 edge están cambiando esto, porque incorporan las dos tecnologías de carga inalámbrica disponibles actualmente en el mercado. Los smartphones soportan tanto la tecnología del Consorcio de Energía Inalámbrica (Wireless Power Consortium, WPC) como la Alianza de los Temas de Energía (Power Matters Alliance, PMA), ambos estándares internacionales de carga inalámbrica. En otras palabras: son compatibles con probablemente todas las bases de carga inalámbrica disponibles en el mercado.

Samsung ha ofrecido carga inalámbrica para otros teléfonos anteriormente, como Galaxy S4, Galaxy S5, Galaxy Note 3 y Galaxy Note 4, entre otros. Sin embargo, estos teléfonos necesitaban una cubierta posterior especial que permitía esta acción, algo que ya no es necesario con Galaxy S6 y Galaxy S6 edge.

Este avance de Samsung viene en un momento en el que el apetito por la tecnología inalámbrica nunca había sido mayor. El paso hacia un hogar y una oficina inalámbricos se está acelerando, impulsado, entre otras cosas, por el internet inalámbrico. Estar atado a los cables para cada dispositivo es cosa del pasado. El camino a seguir es desterrar por completo a los cables. El enfoque de Samsung para renunciar a las plataformas patentadas de carga significa que ya hay suficientes cargadores en el mercado listos para poner en marcha al nuevo Galaxy S6 y al Galaxy S6 edge.

La tecnología que hace que esto sea posible es fascinante, porque permite que los smartphones de Samsung sean los más delgados y bellos del mercado. Al diseñar los componentes de carga inalámbrica, Samsung decidió empezar con un lienzo en blanco, abandonando todos los métodos existentes al diseñar la bobina, que es el componente clave para la carga inalámbrica.

Samsung estaba determinada a hacer la bobina más pequeña de todos los tiempos y lo logró combinando dos bobinas separadas e insertándolas en dos capas superpuestas de blindaje magnético, evitando así fugas del campo magnético. El resultado fue un componente de carga de tan sólo 0,27mm de grosor, lo equivalente a un tercio de la espesura de ese mismo componente en Galaxy S5. Samsung también redujo el tamaño y el costo, integrando todas las funciones en un único componente, en lugar de los múltiples componentes requeridos en los modelos anteriores.

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