domingo, 9 de octubre de 2016

Cómo llegó a su fin la era del teléfono BlackBerry


El teléfono BlackBerry, cuyo teclado táctil una vez lo convirtió en el mejor dispositivo de negocios que ningún director ejecutivo que se respetara podía dejar de tener, ha pasado a la historia.

Durante años, sus devotos han asumido la "posición de oración" y se han arriesgado a sufrir dislocaciones de los pulgares para escribir correos electrónicos en sus codiciados teclados, pero el miércoles de la semana pasada su fabricante canadiense finalmente decidió cerrar su división de hardware, tras fracasar en su intento de reavivar el frenético éxito de sus primeros días.

Aunque los teléfonos con la insignia de BlackBerry se seguirán vendiendo en mercados como Indonesia, y posiblemente China e India, no serán fabricados o diseñados por la compañía que lleva su nombre.

En efecto, la era de BlackBerry ya acabó. Los días en que las legiones de "adictos" al BlackBerry vagaban por las oficinas con sus teléfonos que sobresalían de fundas en sus caderas mientras se quejaban de los típicos dolores en los pulgares causados por escribir correos electrónicos frenéticamente en sus teléfonos ya han pasado. El teléfono, que a principios del siglo era como un símbolo de estatus corporativo tanto como lo eran un brillante Rolex nuevo o una pluma Mont Blanc, perdió su atractivo en la oficina conforme más teléfonos iPhone y tabletas iPad comenzaron a aparecer sobre los escritorios hace cinco años.

Ha sido una lenta agonía para la compañía de teléfonos bajo su director ejecutivo John Chen, quien lentamente ha reducido los esfuerzos de la compañía para permanecer relevante en el mercado de los teléfonos.

Waterloo, Ontario, es ahora un semillero de empresas "startup" y de una floreciente industria tecnológica, pero ése estaba lejos de ser el caso cuando, en 1984, dos estudiantes de ingeniería, Mike Lazaridis y Douglas Fregin fundaron Research In Motion (RIM). La pequeña empresa comenzó como un negocio de transmisión inalámbrica de datos.

La capacidad para enviar correos electrónicos sobre la marcha tuvo un gran éxito y transformó a RIM en un jugador importante en el mercado de la electrónica. Se añadió la rueda selectora para desplazarse, se agrandó la pantalla y pronto se le agregó un teléfono al dispositivo, que inicialmente sólo se podía utilizar con un auricular externo. Para cuando se lanzó el BlackBerry 6210 en 2002, el dispositivo se había convertido en una herramienta indispensable no sólo para la gente de negocios, sino también para los consumidores que amaban el teclado. Surgió una legión de adictos al BlackBerry.

Cuando los modelos BlackBerry Pearl, Curve y Bold comenzaron a venderse por millones, la compañía se convirtió en una insólita estrella en el mercado adolescente, pues los jóvenes usuarios se sentían atraídos a su sistema de mensajería segura. Muchos compraron esos modelos y nunca se tomaron el trabajo de marcar un número de teléfono.

Sin embargo, después vino un malogrado lanzamiento en el mercado de las tabletas, conforme las ventas comenzaban a debilitarse y el antiguo equipo directivo se hizo a un lado en 2012.

El lanzamiento en 2012 de BlackBerry 10 (una nueva plataforma de software y serie de teléfonos destinada a competir con los últimos teléfonos iPhone y Android) no tuvo éxito. El software fracasó, los teléfonos fracasaron y BlackBerry nunca se recuperó, mientras su base de suscriptores se erosionaba rápidamente.

Chen ha hecho un gran esfuerzo para revitalizar su destino en el mercado corporativo con el enorme teléfono cuadrado Passport, diseñado para arquitectos y amantes de las hojas de cálculo. También lanzó teléfonos basados en Android para ampliar su atractivo y agregó el nostálgico modelo Classic que recreaba el diseño del modelo Bold.

Resultó ser demasiado poco, demasiado tarde. Pero como Nokia, el nombre BlackBerry seguirá sonando.

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