Concepto no real. Cuál es el concepto, el diseño y la construcción de la aplicación. El nombre es muy importante y una vez decidido se debe ingresar a las tiendas de aplicaciones (Google Play, App Store, etc.) y ver qué otras apps aparecen cuando se ingresa el creado. Tal vez hay que cambiarlo.
No usar el sitio web. El usuario de una aplicación tiene necesidades diferentes a la de uno que ingresa a una web. Poner la web resulta inútil e ineficaz.
No se aprovechan las ventajas del teléfono. Una plataforma es un producto móvil y está hecha para el móvil, se debe aprovechar las ventajas del dispositivo tanto de software como hardware, además de la geolocalización, comunicación, audio, etcétera.
Inflar la app. Se deben explicar las características exactas de la misma. Los usuarios se decepcionan muy rápido si se promete cosas que no se encuentran. Tampoco tienen tiempo de descargar “extras”.
Íconos desconocidos. Es mejor utilizar los símbolos universales y que todos conocen, no hay que complicarle la existencia al usuario tratando de descifrar nuevos íconos. Para retroceder, una flecha hacia atrás, para ir al inicio, el símbolo de una casa, etc.
Complejidad no es éxito. Ser sencillo en los objetivos de la app, el desarrollo, el diseño y la funcionalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario