En su mejor momento, los de Redmond llegaron a tener un 12% del mercado, pero eso ocurrió casi una década atrás. No se igualaba con los grandes, es cierto, pero tampoco era una mala posición. Nokia, por su parte, era una marca fuerte de móviles, así como Samsung lo es hoy en día. La unión de ambas marcas parecía buena idea. Pero luego apareció el iPhone, y los de Cupertino hicieron ver al sistema de Microsoft como un fósil, como algo tan viejo y anticuado como una máquina de escribir.
Luego despegaron los teléfonos de Samsung de la mano de Android. En la actualidad, los últimos números que se conocen pertenecen a un reporte presentado por la firma californiana Gartner, y en él se ha dejado en evidencia la complicada, pero muy conocida, situación que vive el sistema operativo de Windows Phone, ya que según los datos, Microsoft no supera ni siquiera el 1% de teléfonos vendidos en el mercado actual. El porcentaje actual llega apenas al 0.7%, lo que indica que para Windows Phone, el fin está a la vuelta de la esquina.
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