Según las estimaciones de los expertos, en todo el mundo hay ya 2.000 millones de smartphones y se calcula que para 2020 habrá el doble. Es decir, que el 80 por ciento de los adultos se conectará a internet con el teléfono, lo que supone el acceso a un mercado el doble de grande para la venta de teléfonos y la transformación de la forma de llevar al cliente las mercancías, servicios y la publicidad.
Y el smartphone es más que una computadora de bolsillo. Está personalizado al máximo, uno siempre lo lleva consigo y tiene sensores para la localización por GPS con una precisión de movimentos muy grande. Los servicios de pago móviles, la publicidad que se orienta según dónde se encuentre el usuario, los asistentes personales que organizan la agenda: todo es posible gracias al celular.
Surgen ideas y modelos de negocio que antes no existían. Los límites están marcados por la imaginación, afirma un alto gerente de una empresa tecnológica. El desafío es descubrir cómo desarrollar servicios que tengan sentido para el usuario en base a las nuevas posibilidades técnicas.
El futuro de muchas empresas dependerá de cómo se adapten al negocio en la era de los teléfonos inteligentes (DPA).
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