Un sondeo entre una veintena de padres de adolescentes reveló que el 80 por ciento cree que los smartphones son usados por sus hijos para entretenerse con juegos y hacer tareas. Inclusive, el 60 por ciento piensa que estos teléfonos son más seguros, para hacer tareas, que el enviarlos a un internet en la calle.
Lo que gran parte de los padres ignora es que sus hijos tienen acceso ilimitado a todo tipo de aplicaciones y páginas web a través del smartphone o la tablet de moda. Consultados sobre si los dispositivos que usan sus hijos tienen algún filtro para protegerlos, el 98 por ciento contestó que no y justificó su respuesta diciendo que la tecnología arrasó a su generación y no saben cómo hacerlo.
El consultor en Tecnología Marcelo Durán dijo que en Bolivia existen, 2.6 millones de usuarios de Facebook, de los cuales, el 3 por ciento , es decir 740 mil, son menores de 18 años. Por lo tanto, si 1 de cada 3 usuarios es menor de edad, “tenemos una población altamente sensible a contenidos de adultos”. Y expuesta a peligros como la trata y tráfico de personas, a la pedofilia, a la estafa y un sinfín de delitos. ¿Cómo proteger a los hijos de la parte negativa de internet? Los padres ya no pueden desconocer la tecnología y, según el ingeniero en Sistemas, Luis Sánchez, deben tomar medidas adicionales a las que tomaron sus padres en el pasado.
Asegura que los frentes a considerar se han multiplicado y como siempre, parte de las debilidades son los mismos hijos tratando de huir del control paterno. El escenario se hace aterrador cuando las flaquezas se encuentran dentro el mismo "centro de control": la supervisión de los padres. “Todavía estamos en la frontera entre una generación poco o nada digital y la nueva generación, totalmente interconectada. Este desbalance, hace que los puntos más débiles de la cadena lo sean mucho más”. ¿Qué hacer entonces? Sánchez dijo que antes de hablar de aplicaciones para proteger a los hijos es importante entender lo siguiente:
1.- No importa qué tan astuto o protegido crees que seas/estés, desde el momento en que te conectas a internet, renuncias a esa seguridad y navegas en aguas mucho más compartidas de lo que te gustaría.
2.- Antes de publicar algo en las redes sociales o en internet piensa: ¿esa información la gritarías en un bus lleno de desconocidos? Si no lo harías, entonces no deberías ponerla en internet. Ni siquiera en sitios web de bancos, que parezcan seguros. Esto incluye la información sobre los hijos: dónde estudian, horarios, si los recogen sus padres o se vienen solos.
3.- Existen aplicaciones de protección a las que puede recurrir como padre, pero admita que: a) alguien ya la pirateó para cuando se enteró que existía; b) lo más probable es que su hijo también la haya pirateado, o aprenda cómo hacerlo para evadir su control.
4.- No puede delegar a una aplicación, el control que debería tener usted, independientemente de la plataforma tecnológica que decida usar.
5.- ¿Qué tan dispuesto(a) está a invadir la privacidad de sus hijos para controlarlos? Si la respuesta es que está dispuesto, lo mejor es que consensúe con ellos.
Algunas aplicaciones de protección y la deep web
Existen aplicaciones o Apps básicas para ayudar a los padres a “controlar” con quiénes hablan sus hijos y detectar cualquier peligro. El consultor en Tecnología, Marcelo Durán recomienda la instalación gratuita de Qustodio Parental Control - Android Apps on Google Play, que puede ser descargada directamente.
También está la aplicación Norton Family Parental Control - Android Apps on Google Play. “Ambas permiten identificar comportamientos y tipo de contenidos consumidos por los dispositivos (tablet, smartphone, computadora). Son buenas herramientas para cerrar acceso a ciertos contenidos”, describe. Los padres solo tienen que descargarlas en los dispositivos de sus hijos y seguir las instrucciones.
Durán dijo que las grandes marcas de tecnología también han creado centros de seguridad digital para las familias. Sugirió que los padres accedan, por ejemplo, a Microsoft https://familysafety.live.com, “que es tal vez una de las más completas guías de seguridad en internet donde se puede aprender cómo se activan filtros de contenidos, tipos de contenidos por búsqueda y control de recuperación en línea”. Esta plataforma ofrece pautas y sugerencias de seguridad en el uso de las herramientas de esta marca (Hotmail, Live, Internet Explorer). Algo que deben considerar los padres es el que internet que usa la mayoría a diario, es solo la punta del iceberg.
Hay una web oscura, a la que no se puede acceder abiertamente, pero hay adolescentes bolivianos que lo hacen. “Es la deep web, si buscas en Google este concepto encontrarás que te permite ingresar, mediante un navegador llamado Tor, a todo tipo de contenidos: venta de drogas, tráfico de armas, prostitución, asesinos a sueldo y otros”. Por ello, la preocupación porque menores de edad cuya personalidad está en proceso de formación, accedan a estos contenidos, debe ser mayor. “Con un poco de conocimiento técnico y curiosidad puedes encontrar el lado oscuro de la humanidad a un par de clicks”. La solución no es prohibir el acceso a las redes, sino enseñarles a los hijos a usarlas, a cuidarse y mantener un buen diálogo.
“Las apps violan privacidad y es mejor buscar el acuerdo”
Para el ingeniero en Sistemas Luis Sánchez, la instalación de aplicaciones o apps, logran calmar un poco la ansiedad, pero no resisten al primer ataque, de cualquier frente.
Qustodio, Línea de ayuda de la mujer, NetNanny son algunas aplicaciones orientadas a llevar cierto control, “pero se apoyan en un principio muy elemental y muy frágil para que sean algo efectivos: que su hijo quiera ser controlado”.
Para un adolescente, deshabilitar la ejecución de estos programas es realmente muy fácil, con un poco de curiosidad. NetNanny funciona en la PC (que es otro recurso que también debe ser protegido, no solo el móvil).
“¿Qué les queda a los padres? Pese a lo triste que pueda parecer: violar la confianza, privacidad de los hijos, pero con un nivel de madurez: le doy la vida a mi hijo, pero aún así debo estar al tanto de lo que piensa, dice, escribe y hay que estar listos, en ocasiones, para enterarse de cosas que hubiésemos preferido no enterarnos”.
Si va a comprarle un smartphone a su hijo, lo aconsejable es que sea Android, según Sánchez. Los iPhone aunque sean lindos y rápidos, no dan la posibilidad efectiva de realizar seguimientos y monitoreos a los hijos.
“En Android, al menos estará en igualdad de condiciones para disponer de herramientas avanzadas, como las que sus hijos tendrán a su disposición”, explica. Gracias a Google, se puede vincular un teléfono a una cuenta de monitoreo a través de Google Manager (un administrador para PC), “lo que nos permite saber dónde se encuentra el teléfono en cualquier momento”.
Claro, en cualquier momento que ese teléfono esté conectado a internet. Así que cuando dé un teléfono, asegúrese de darle con el equipo un plan ilimitado o con muchos megas de internet. “Aunque no lo crea, este beneficio para su hijo, le beneficiará a usted en su propósito de protegerlo", aconsejó.
En cuanto a la PC, utilice programas KeyLoggers. Este es un concepto muy hacker. Se trata de aplicaciones que al igual que los virus, se esconden muy bien, haciendo imposible que sus hijos lo deshabiliten. Y le da la posibilidad de grabar todo lo que su hijo escribe en la computadora o PC, los sitios que visita, los programas que utiliza. Al final, usted espera en la comodidad de su correo electrónico o e-mail, los resultados de los chequeos que estas aplicaciones hacen.
Es un recurso drástico, infalible y de ética dudosa pero todo depende de qué tan lejos quiera llegar en su afán de proteger a sus hijos.
Empero, la alternativa que seguirá funcionando siempre, es el mantener una relación óptima con sus hijos.
Aprenda a usar el internet de forma segura y explíqueles los peligros a los que se enfrenta, desde la pedofilia hasta el ciberbullying. “Ayúdele a hacerles frente, vuélvase su cómplice, no su carcelero, pero nunca olvide, que habrá un momento en que no le confiará todo, pero ser un neófito en tecnología tiene que dejar de ser una excusa en este tiempo”, concluyó.
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