domingo, 23 de marzo de 2014

Los celulares desplazan el uso del reloj de pulsera en La Paz




Usar relojes de pulsera era considerado símbolo de estatus y elegancia; pero con el avance de la tecnología, hay gente que ahora opta por utilizar los celulares para consultar la hora y ello ha provocado la disminución de las ventas de relojerías y relojeros.

En la ciudad de La Paz, la demanda de relojes ha decaído más de la mitad desde 2011, de acuerdo con administradores de tiendas y comerciantes callejeros del rubro.

“La venta de relojes ha disminuido bastante, antes se vendían más de diez al día y ahora solamente un par. Son los mayores de 40 años quienes los compran; los jóvenes ya no porque se inclinan por lo barato y lo tecnológico por ser más cómodo, de hecho muchos vienen aquí y preguntan si reparamos celulares”, señala Limbert Mendoza (28), técnico del Hospital de Relojes Corea, situado en la calle Honda.

En el lugar se exponen relojes originales desde Bs 300. Mendoza cuenta que los “únicos clientes” que ahora se asoman son aquellos que todavía aprecian el valor que tiene uno de estos artefactos originales. “Yo considero que es más cómodo un reloj porque con el celular primero tienes que sacarlo, desbloquearlo y recién ves la hora; pero con el reloj no, es más directo”.

COMERCIANTES. Relojerías no son las únicas que han visto una disminución en su clientela, comercios callejeros también han sentido el impacto. Rogelio Lima (50) vende estos accesorios desde hace 24 años en la calle Evaristo Valle y considera que hoy se prioriza la modernidad. “Hace dos años vendía entre 15 y 18 relojes por día y ahora solo dos o tres, la venta ha caído bastante, la tecnología está haciendo que poco a poco desaparezcan los comerciantes de estos productos”, afirma.

Lima comenta que los “únicos” relojes que se comercializan en la actualidad a los jóvenes son los fabricados en China, por ser más económicos, ya que su precio oscila entre Bs 30 y Bs 40, mientras que los originales —cuya cotización varía entre Bs 600 y Bs 700— no despiertan el interés de este grupo de la sociedad. “Ellos optan por lo barato porque piensan que si les van a robar es mejor comprar uno de menor precio que uno caro”.

Así como bajó la demanda de relojes, también cayó el requerimiento de pilas para estos artefactos. Lima sostiene que hace tres años cambiaba, por día, hasta 12 pilas, ahora solo una, y añade que la fabricación de las mismas continúa pero en menor cantidad.

Este panorama está ocasionando que algunos mayoristas cambien su oferta de relojes por las de otros productos. Lourdes Calisaya (52) es vendedora de la calle Huyustus, narra que desde el año pasado cambió de mercadería porque no veía ingresos en su negocio. “Antes vendía relojes, pero poco a poco los clientes fueron desapareciendo, por eso ahora prefiero vender ropa porque a pesar de que haya nuevos celulares, la ropa se sigue vendiendo”.

“Son las 18.00”, se escucha decir a Fabiola Gonzáles Elías (23), estudiante de Diseño Gráfico de la Universidad Católica de Bolivia, mientras mira fijamente su celular. Ella, al igual que otros jóvenes, opta por ver su teléfono móvil cada vez que quiere consultar la hora. “Yo no uso reloj, prefiero el celular porque es más práctico, en el móvil tengo todo”.

Para Héctor Calani (59), técnico de la relojería Alfa y Omega, en la calle Honda, la venta y uso de relojes de pulsera no ha disminuido y aclara que cada día vende mínimamente un par. “La gente mayor compra relojes originales con garantía de 10 a 20 años; jóvenes optan por lo barato y los compran en la calle, pero hay otros que no”. Por ahora, tecnología y tradición siguen en la pulseta, minuto a minuto.

MERCADO Y CLIENTELA ACTUAL

Negocio

Vendedores y administradores de relojerías sostienen que la caída en las ventas es más notoria desde 2011 porque se popularizaron los celulares.

Precios

En los comercios consultados se ofrecen relojes originales de Bs 100 a Bs 700, aunque hay otros más caros; y los chinos cuestan de Bs 30 a Bs 40.

Pilas

También las personas que venden y cambian pilas de relojes de pulsera tienen menos clientes; incluso la fabricación de éstas ha disminuido.

Pérdidas

Para evitar pérdidas económicas y ante la baja demanda, hay comerciantes que cambiaron de rubro.

Seis casas cuentan con técnicos expertos

En la ciudad de La Paz existen al menos seis relojerías que cuentan con técnicos expertos en el funcionamiento y mantenimiento de relojes: Alfa y Omega, Nueva Corea, Hospital de Relojes Corea, Universal y Citizen, todas ubicadas en el centro de la sede de gobierno.

En éstas se pueden encontrar cuatro tipos de relojes: los manuales, que son mecánicos y funcionan a cuerda cada 24 horas; los automáticos, que trabajan silenciosamente durante todo el día; los cuarzos, que necesitan pilas que pueden durar de dos a cuatro años, y los solares, que son los ecológicos y su duración va desde los ocho hasta los diez años.

Actualmente, el 90% de los relojes que se fabrica son cuarzos y aproximadamente el 5% son automáticos, de acuerdo con los datos brindados por la relojería Alfa y Omega, situada en la calle Honda.

El precio de un reloj original de pulsera en el país oscila entre $us 70 y $us 80; sin embargo hay relojes que no se exhiben y cuyo precio asciende a miles de dólares debido a los materiales con los que se fabricaron. En Argentina, estos accesorios tienen un costo superior a los $us 100.000 y en Europa el precio alcanza inclusive a $us 1 millón. Esto varía de acuerdo con la economía de cada nación, sostiene el técnico Héctor Calani.

En Bolivia no existe una carrera relacionada con este oficio y la mayoría de los técnicos se capacitó en Argentina gracias a una serie de cursos que fueron impartidos por profesionales japoneses hace más de dos décadas, revela el especialista relojero de Alfa y Omega.

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