Google está dispuesto a hacer una limpieza en su tienda de aplicaciones. Hace dos semanas actualizaron sus Políticas del Programa para Desarrolladores de Google Play. O lo que es lo mismo, la normativa por la que se rigen los contenidos de las aplicaciones, juegos y herramientas que se publica en esta tienda virtual. Unos cambios que se dejan notar sobre todo en los temas relacionados con la publicidad, y que quieren evitar abusos y crear una imagen mucho más respetable de la plataforma Android.
Con ello, los desarrolladores deben vigilar y procurar que sus aplicaciones respeten estas normas si quieren seguir estando disponibles en Google Play. Y es que algunas de las nuevas prescripciones son bastante taxativas, soportando la desaparición de la herramienta si se sobrepasan. Nuevas directrices que apuntan sobre todo al control de los anuncios publicitarios, tratando de evitar algunos abusos como imitar funciones de las propias aplicaciones para proteger al usuario, además de limitar los contenidos pornográficos.
La mayoría de las novedades en estas políticas se encuentran en el apartado Promoción de aplicaciones. Aquí se afirma que las aplicaciones publicadas en Google Play no pueden participar en promociones a través de publicidad engañosa en sitios web, otras aplicaciones u propiedades como notificaciones y alertas del sistema. Del mismo modo tampoco pueden ser promocionadas por contenidos que re-direccionen a Google Play sin previo aviso al usuario o mediante SMS no solicitado. Con ello se quiere evitar los engaños a los usuarios para que no descarguen aplicaciones sin su consentimiento y conocimiento de lo que están haciendo tras ser alertados por notificaciones o mensajes que simulan provenir del sistema, del celular o de Internet cuando son meros anuncios publicitarios. Junto a ello, además, ahora se prohíbe que los anuncios introducidos en las aplicaciones simulen el estilo o alguna función de la aplicación para que el usuario no se confunda.
Otros cambios que han sufrido estas políticas es la restricción de las aplicaciones a la hora de usar la función SMS del terminal. Y es que ahora se debe dar un consentimiento explícito para que las herramientas no puedan leer o enviar mensajes de texto de forma autónoma. En cuanto a la pornografía y los contenidos sexuales de las aplicaciones la empresa pone mejores restricciones. Tanto es así que ahora quedan prohibidas aquellas herramientas que presenten contenidos eróticos y explícitos ya sea en parte del contenido, el icono de la aplicación, su título o incluso su descripción.
Por último, también se ha puesto énfasis sobre las compras dentro de las aplicaciones. Una cuestión que parece haber dado más de un dolor de cabeza en Google tras la reciente demanda colectiva planteada por un grupo de padres descontentos en EEUU. Así, los desarrolladores deben dejar claro que sus aplicaciones cuentan con estos procesos en su interior.
Con todo ello Google quiere evitar algunos abusos y limpiar la imagen de Google Play, donde no todo vale. Y es que a pesar de la libertad creadora, seguir unos principios básicos puede ayudar a crear una tienda de aplicaciones más útil, respetuosa con toda clase de usuarios y con herramientas que no engañan o abusan. Por el momento Google está avisando mediante correo electrónico a los desarrolladores de todos estos cambios, dando un par de semanas de plazo para modificar todo lo que sea necesario si se quiere evitar su desaparición en Google Play.
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