Hace casi cuatro años que la fundación Mozilla y Telefónica decidieron apostar por una nueva plataforma móvil, FirefoxOS. El plan para llegar al mercado parecía entonces sólido. Los smartphones estaban llegando ya a la mayoría de mercados desarrollados y el próximo gran vector de crecimiento serían los países en desarrollo donde 200 o 300 euros por un móvil resultaba aún un precio demasiado alto para la gran mayoría de la población.
Pero cinco años más tarde todo apunta a que esa enorme oportunidad no existía. Según CNetla fundación Mozilla está pensando en un cambio de estrategia ante la poca relevancia de la plataforma.
¿Qué ha pasado? La puesta de Firefox se ha encontrado con que en la gama baja, marcas locales en países emergentes han conseguido triunfar con móviles equipados con versiones de Android. La propia Google ha comenzado a explorar este mercado con Android One con cierto éxito.
El precio era un factor clave en la adopción, pero no el único, yese fue precisamente el principal problema que la plataforma. Firefox dio protagonismo a la filosofía de plataforma abierta y la promesa de HTML5 como lenguaje común de desarrollo. La idea era acabar con las apps convencionales, atadas a las plataformas para las que se crean, y apostar por programas desarrollados en lenguajes universales que pudieran funcionar en todo tipo de productos.
A la hora de la verdad, ni consumidores ni desarrolladores han demostrado estar interesados en la filosofía detrás de las aplicaciones que utilizan, sólo en las aplicaciones en sí. No tener el apoyo de ciertas imprescindibles, como puede ser Whatsapp en el caso español, ha hecho prácticamente imposible el despliegue de FirefoxOS en el mercado.
El nuevo rumbo es previsible. Mozilla está pensando para futuras versiones de FirefoxOS soporte para aplicaciones desarrolladas para Android, pero incluso éste no resulta un camino sencillo. Basta preguntar a Blackberry.
Chris Beard, CEO de Mozilla, parece tenerlo muy claro. En lugar de poner el acento en el precio de los terminales se doblarán los esfuerzos en la otra dirección. "Queremos crear el teléfono que quieras usar a diario", resume en un correo interno.
Fácil decirlo, más difícil hacerlo. No son los únicos que lo están intentando y hay competidores con muchos más recursos.
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