Samsung se despide del plástico en sus nuevos modelos de alta gama. Los nuevos Galaxy S6 y la variante Edge son de materiales nobles, rápidos y caros; pero quedan algunos obstáculos para conseguir la perfección.
En esos modelos, la parte trasera del celular y la delantera están recubiertas de un cristal ultraresistente. Junto con la carcasa de aluminio, ambos se ven lujosos. Resisten una comparación con el iPhone 6, con ventajas y desventajas (como la batería fija).
La pantalla OLED de Samsung (de 5,1 pulgadas) tiene una resolución de 2.560 por 1.440 píxeles, aunque a simple vista es difícil distinguirla de las Full HD de otras marcas. En el S6 Edge, más pequeño y delgado, la pantalla se extiende también por los lados del teléfono y, apagada, se puede ver, por ejemplo, la hora, la entrada de mensajes o datos breves como el tiempo. También es posible poner colores a los contactos para ver de quién es la llamada entrante. Pero, esto sólo funciona en penumbra.
Atrás llevan una cámara de 16 megapíxeles con un estabilizador de imagen. De día se consiguen fotos nítidas con colores naturales.
Como no se puede intercambiar baterías, éstas deben tener una mayor duración. Las pruebas demostraron que con un uso normal duran hasta casi dos días sin recarga. Y si se usa más de lo normal, se agota en unas 10 horas. Y como no tiene ranura para tarjetas de memoria SD, se debe elegir entre capacidades de 32, 64 o 126 GB.
Más capacidad sólo es posible guardando archivos online. Ninguno de los dos es resistente al agua. (DPA)
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