UN CELULAR QUE REVOLUCIONÓ LA FOTOGRAFIA

Esta sentencia, que se puede tachar de pretenciosa, es una evidencia que podemos constatar fácilmente con datos. Pero no hace falta acudir a estadísticas, ya que no es complicado apreciar cómo este fenómeno ha ido paralelo al crecimiento exponencial del uso de teléfonos inteligentes, las conexiones móviles a internet y una evolución tecnológica que ha sido acogida de forma masiva.

No hace mucho, también se podían realizar fotografías con un teléfono móvil, pero no se puede negar la vital importancia que ha tenido el smartphone a la hora de expandir su uso y posibilidades y la nueva dimensión que ha supuesto en la fotografía digital.

Podemos disponer de un dispositivo más que suficiente y capaz de trabajar fotográficamente con Android o irnos cualesquiera de los ya sobradamente conocidos y capaces smartphones actuales como el HTC One, Samsung Galaxy S4, LG Optimus G o Sony Xperia Z., iPhone, Etc. Su papel como democratizador tampoco se le puede negar.

Hasta la expansión del smartphones y la fotografía con móvil, había varias tipologías de fotógrafos aficionados que necesitaban disponer de ciertos conocimientos (a distintas escalas según la auto exigencia y deseo particular de aprender) que usaban un medio como internet para dar a conocer sus fotos y compartirlas.

Llegan los smartphones con su furor y logran simplificar el proceso.

No hace falta disponer de conocimientos técnicos, basta pulsar un botón o un toque de pantalla y además podemos compartirlas al instante. En unos segundos tomamos una fotografía, la subimos a la nube y la compartimos.

La simplicidad no es solo una de las claves del éxito de la fotografía con los smartphones. También, que gracias a desprenderte de la técnica y de la facilidad de uso que posee, nos podemos centrar como autores, a contar historias. Que, básicamente, es de lo que trata la fotografía.

Podemos compartir un lugar donde estamos, algo que estamos haciendo, con quién estamos, o cualquier otra cosa.

Una foto, una historia. La creatividad la pone cada uno. Todos tenemos algo que decir y contar, y aquí las redes sociales juegan un papel esencial, prácticamente inseparable de la fotografía con móvil.

Una vez que conozcamos nuestro dispositivo a fondo y las posibilidades que nos ofrece debemos ser conscientes de lo que puede y no puede realizar nuestro dispositivo móvil. La potencia, calidad y prestaciones de cada terminal limitará las posibilidades y los escenarios de uso, y de ello debemos ser totalmente conscientes para no llevarnos malos ratos.

Los detractores de la fotografía con móvil defienden que la calidad de imagen no es comparable a ni siquiera el de una compacta básica. Sin entrar en comparativas técnicas, la revolución de la fotografía con los smartphones no está en la parte técnica. Sino precisamente en dejar a un lado, en cierto modo, ese conocimiento técnico y práctico que conlleva tomar una fotografía, para simplemente dedicarse a comunicarse a través de la imagen, hacerlo al instante y compartir historias, momentos y situaciones. Sencillez, de nuevo, es la clave. Además de bajo costo. Y si añadimos una frase habitual: la mejor cámara es que siempre llevamos encima.

Si nos conformamos con tomar nuestros smartphones, hacer una captura cualquiera (nuestra casa, ropa, lo que comemos,…), aplicarle un filtro vistoso (de estilo retro) para convertir una mala foto en una foto llamativa y la compartimos sin más, podemos disfrutar mucho. Pero si no somos conformistas, si queremos ser más críticos, si queremos mejorar la calidad de nuestras fotografías, aprender a contar mejor historias, a disfrutar la fotografía en un escalón más elevado… entonces, aprenderemos a extraer al máximo las posibilidades fotográficas de nuestro smartphones, a mejorar nuestras fotografías y a potenciar la creatividad.