La tecnología, con la ayuda de aplicaciones (apps) diseñadas para smartphones o tablets, van introduciendo servicios en beneficio de los usuarios.
En el medio local comienzan a surgir aplicaciones (apps) que pretenden cubrir la demanda de solicitud de algunas tareas que los usuarios cumplen.
Tal es el caso de Easy Taxi y Restaurantes Bolivia. La primera se trata de un servicio para smartphones que conecta al taxista y pasajero.
EASY TAXI Es una app disponible tanto para iOS, Android, Windows, Blackberry y computadoras. Su descarga es gratuita.
Una vez descargada solo necesita el registro, vía correo electrónico o Facebook, para empezar a usarla. Su interfaz responde a través de un servicio de geolocalización que provee el smartphone mediante el sistema de posicionamiento global (GPS).
La app marca la posición del usuario y solicita información adicional de referencia para que el taxi pueda llegar a destino.
Una vez solicitado el taxi, la aplicación abre una pestaña dentro la pantalla en la que muestra la identificación del conductor, la marca, placa y características del vehículo.
Asimismo un temporizador muestra un tiempo estimado de arribo a destino.
En las dos pruebas que se realizó del funcionamiento de la aplicación, el taxi no tardó más de cinco minutos en llegar. El conductor al arribar manda otra notificación al usuario, en la que este confirma su abordaje, solicita cinco minutos de espera o anuncia que “va en camino” al smartphone del taxista.
RESTAURANTES Otro ejemplo es la app de Restaurantes Bolivia, en la que al igual que la primera, es necesario registrarse con dirección de e-mail o una cuenta en Facebook.
Las opciones del registro de la app se dividen en tres: “Todos los restaurantes”, “Con opción de envío” y “Abiertos”. Así también permite ver, a través del GPS, qué restaurantes están cerca de uno.
Si bien existe una categoría de restaurantes que especifican realizar envíos a domicilio, muchos de los restaurantes que se encuentran en esa categoría, al momento de añadir el pedido al carro de compras de la aplicación, dice no soportar envíos y tampoco figura precios.
El pedido se lo realiza desde la aplicación, señala el precio y añade el envío, que figura como 10 bolivianos. Se confirma la orden, pero no existe un rastreo o constancia de que el pedido se haya hecho exitosamente.
Diez minutos después la responsable del restaurante llama al usuario para confirmar el pedido y la información para enviar. Después de 45 minutos (estimando tiempo de preparación y envío) llegó la comida.
Una aplicación trabaja mejor que la otra, siendo una de ellas muy efectiva y la otra que todavía necesita pulir su interfaz y funcionalidad para un mejor servicio al usuario.
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