lunes, 29 de febrero de 2016

“Ringxiety”, desorden de las “llamadas fantasmas”

¿Escuchas el timbre de tu teléfono móvil o lo sientes vibrar pero, al revisarlo, no encuentras ninguna llamada o mensaje nuevo? Si te sucede a

menudo puedes estar afectado por

el desorden conocido como “ringxiety”, mezcla de “timbre” y “ansiedad”.

Los sonidos, pitidos, las melodías o vibraciones que emite nuestro teléfono celular a cada instante ya forman parte de nuestra vida cotidiana y, si están ausentes durante mucho tiempo, probablemente los echemos en falta o tengamos la sensación que nos hemos quedado sin batería o algo no funciona.

Pero a veces ocurre a la inversa: algunas personas creen recibir llamadas, mensajes o notificaciones ¡que en rea- lidad no existen!

Este fenómeno no es raro que les ocurra a los usuarios habituales de teléfonos inteligentes, pero aquellos que tienen “ansiedad de apego”, un desorden caracterizado por la inseguridad en sus relaciones con otras personas, suelen tener estas experiencias con mayor frecuencia, según un estudio de la Universidad de Michigan (U-M).

El doctor Daniel Kruger, profesor asistente de investigación en la Escuela de Salud Pública de la U-M, ha denominado a este tipo de ansiedad “ringxiety” en inglés, una mezcla de las palabras “ring” (timbre) y “anxiety” (ansiedad).

“Los individuos con una ansiedad de apego muy elevada están preocupados porque las personas con las que se relacionan les abandonen, y porque sus sentimientos hacia su pareja no sean correspondidos”, explica a Efe el doctor Kruger, desde su despacho en Ann Arbor, Michigan.

Consecuencia del apego exagerado

“Son personas que necesitan sentirse seguras de que su pareja se preocupa por ellos y recibir mensajes continuamente lo consideran una demostración de que, verdaderamente, le importan a la otra persona”, añade.

“Los individuos que anhelan sentirse tranquilos y seguros respecto de la fortaleza de sus relaciones sociales son más propensos a experimentar las llamadas y los mensajes “fantasmas” en sus teléfonos celulares. Ellos piensan que oyen el timbre del teléfono o lo sienten vibrar, pero no es una llamada real”, señala Kruger.

“Quienes están preocupados por perder a sus relaciones anhelan recibir mensajes de alguien porque, de esa manera, sienten que son importantes para los demás”, explica.

El equipo de Kruger encontró que quienes mantienen una distancia psicológica normal con otras personas son menos propensos a vivir experiencias de mensajes falsos.

Este es el primer estudio que demuestra esta relación entre la ansiedad de apego elevada y la denominada “ringxiety”, la cual “todavía no ha sido clasificada como un trastorno”, según especifica Kruger a Efe.

Consultado sobre cuándo puede afirmarse que una persona padece “ringxiety”, el doctor Kruger responde: “todavía no hay directrices concretas, pero podríamos señalar que alguien lo sufre cuando experimenta estas sensaciones de llamadas fantasmas a menudo y eso le molesta”.

Mi teléfono vibra…

¡En mi imaginación!

El equipo de Kruger estudió las respuestas de 411 estudiantes de la U-M para determinar el número de veces que experimentaron llamadas fantasmas, y el grado de apego que tenían en sus relaciones interpersonales.

Los investigadores comprobaron que la vibración “fantasma” fue citada por el 75 por ciento de los encuestados, seguida por las notificaciones y las llamadas “fantasmas”, experimentadas con menor frecuencia por los participantes.

Según Kruger, algunas personas están muy molestas por este fenómeno, muchas otras simplemente lo ignoran y, alrededor del 12 por ciento , trata de detener los mensajes “fantasma” poniendo su teléfono lejos, dándole la vuelta, o apagándolo.

“El móvil es, a menudo, nuestra conexión con el mundo social exterior y la gente que anhela un refuerzo en sus relaciones trasladan esa necesidad a los medios sociales, como sitios web y aplicaciones, que permiten a sus usuarios crear y compartir contenidos o participar en las redes sociales”, según Kruger.

Este investigador destaca que su trabajo es uno de los primeros en vincular las señales “fantasmas” con atributos psicológicos, y el primero que las relaciona expresamente con la ‘ansiedad de apego’, pero reconoce que “es un área que necesita más estudio”.

“En general, estas experiencias representan una molestia menor, pero aquellos que sufren de ansiedad en sus relaciones deberían reconsiderar su dependencia de los medios sociales y, si recibir estas señales con frecuencia, les provoca angustia”, dice.

Consultado por Efe sobre cómo se puede afrontar este desorden, Kruger aconseja “compartir momentos

agradables con otras personas, pero de forma directa y con los teléfonos apagados”.

“Si usted descubre que es ‘adicto’ a chequear los medios sociales como Facebook y Twitter, póngase un horario que incluya un poco de tiempo para consultarlos, pero manténgalos apagados el resto del día”, enfatiza

el doctor Kruger.

Los móviles inteligentes ya forman parte de nuestra vida, sin embargo un uso excesivo puede provocar que aparezcan determinados comportamientos que van a ir cambiando la vida de los usuarios. ¿Envías mensajes mientras estás en una reunión? ¿Sufres de dolores en la mano? ¿No puedes salir de tu casa sin el móvil? Si tienes alguna afirmación positiva a estas preguntas entonces puedes tener uno de estos problemas:

Tendinitis

Conocido como “WhatsAppitis”, donde la adicción al móvil produce que envíes mensajes tras mensajes lo que termina con una inflamación de algún tendón, calambres y una tensión 10 veces mayor en el dedo pulgar.

Nomofobia

¿Alguna vez has estado apurada para llegar a una reunión y te das cuenta que no llevas contigo tu teléfono móvil y regresas a buscarlo porque no puedes salir sin él? A esta dolencia se le denomina “Nomofobia” y define a una persona que siente temor ante la idea de ir a algún lado sin el celular.

Los síntomas característicos son

el estrés, desánimo, sentimiento

de exclusión por no estar conectado y en los jóvenes, puede disminuir

el rendimiento escolar.

Phubbing

¿Ha estado alguna vez en una reunión donde la mayoría de los presentes mandaba mensajes y no prestaba atención alguna en los temas que se estaban tratando?

Si tú mismo has tomado esta conducta, entonces puedes padecer de “Phubbing”, que consiste en no hacer caso a las personas que te rodean porque tu atención está en el teléfono móvil. Esta palabra proviene de la composición de “phone” –teléfono- y “snubbing” –desprecio.

Insomnio juvenil

Muchos adolescentes duermen con los celulares debajo de la almohada o sobre su cama, y lo peor es que contestan las llamadas y los mensajes, sin importarles la hora que sea; esto provoca que interrumpan su sueño y que la radiación del teléfono pueda afectarlos. Es mejor que en la noche apagen sus teléfonos.

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