Uno de los aspectos que más resalta en el ZTE Grand S Flex es su diseño. Llama la atención el contraste entre la parte trasera y lateral blanca y la parte donde se aloja el propio panel en negro transparente. La carcasa blanca sobresale ligeramente a los lados respecto al panel, de forma que genera la impresión de formar un halo cuando miramos el celular de frente. Se trata de un equipo bastante alargado y con las esquinas redondeadas, de forma que resulta bastante cómodo de agarrar y es sencillo llegar a cualquier rincón del panel incluso cuando se utiliza a una sola mano. En cuanto a la pantalla, el panel de 5 pulgadas tiene naturaleza TFT y una resolución HD de 1.280 x 720 pixels, suficiente para poder ver con buen nivel de detalle los contenidos del teléfono. También nos ha gustado el nivel de brillo del panel.
Otro de los puntos fuertes del ZTE Grand S Flex es la cámara fotográfica. Estamos ante una cámara trasera con resolución de ocho megapixels, autoenfoque y flash. Este objetivo tiene un zoom digital de 3,8 aumentos. Además, también es capaz de grabar vídeos con calidad de 1080p. En cuanto a la cámara delantera, tiene una resolución de 1 megapixel, puede grabar vídeo en calidad 720p y utilizar aplicaciones de videollamada como Skype.
Para almacenar nuestras aplicaciones y archivos multimedia, el Grand S Flex cuenta con 16 GB de memoria. Esta tarjeta nos deja un espacio útil de 13 GB. Sin duda, una buena capacidad que debe resultar suficiente para trabajar sin problemas con este dispositivo. Trabaja con un procesador de doble núcleo con una potencia de 1,2 GHz, que se une a una memoria RAM de 1 GB.
El sistema operativo elegido para este terminal es Android 4.21.2 JellyBean. Se trata de una versión de los iconos de Google en la que una de las principales inclusiones es el asistente de voz Google Now. Esta herramienta aprende de nuestras preferencias y nuestro uso de las búsquedas para ofrecer información personalizada.
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