lunes, 11 de febrero de 2013

Con el smartphone se lleva la oficina y ‘media casa’ en el bolsillo

Lo ha cambiado todo., Eso dicen los usuarios que tienen entre sus manos un teléfono inteligente. El 13% de los 9 millones de móviles que hay en el país, corresponde a esta nueva tecnología. Grandes y chicos dicen que sus vidas ya no son las mismas

Desde este aparato que cabe en la palma de la mano y que puede ser guardado en un bolsillo, se puede hacer de todo. Permite, por ejemplo, dirigir reuniones ejecutivas mediante una transmisión en video, revisar documentos de la empresa, divertirse con un videojuego mientras uno espera que le atienda el dentista, o pedirle a los hijos que con una fotografía le confirme en qué lugar se encuentran en la noche.

Los usuarios del smartphones o teléfonos inteligentes saben que pueden sacarle el juego a la tecnología, pero muchas veces no se dan cuenta que esta también les genera dependencia. Joaquín es un profesional que se compró un Iphone 4 y que, cuando salió el Iphone 5, no dudó en cambiar de aparato sin siquiera saber usar todas las aplicaciones del anterior.


No obstante, lo cierto es que para muchos la vida ya no es la misma desde que pusieron sus dedos en un iPhone, en un Samsumg, en un BlackBerry o en un Sony Xperia, las marcas más conocidas de teléfonos inteligentes.


Según la Autoridad de Fiscalización y Regulación de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), en Bolivia existen más de nueve millones de usuarios de telefonía móvil. De esa cifra, al menos el 13% tiene entre sus manos un smartphone, según la empresa PMovil, especialista en la venta de productos para celulares en Latinoamérica. A escala mundial, la penetración de el smartphone fue del 27%, teniendo mayor demanda en Asia y Norteamérica.



Los usuarios

Alfredo Leigue, usuario intensivo de smartphone y autor intelectual de El Factor Multiplicador, una empresa dedicada a los contenidos para las nuevas tecnologías y redes sociales, cree que lo que se está viviendo es la revolución sociológica más importante desde la invención de la imprenta, porque está cambiando hábitos y modos de vida.
“Un teléfono inteligente te permite trabajar a cualquier hora; es decir, a medianoche se te ocurre algo y envías un correo de urgencia a cualquier parte del mundo”. En los asuntos familiares también se pueden hacer cosas. “Un smartphone te permite un mejor control sobre los hijos y saber dónde están con precisión milimétrica. Si estás paranoico le podés pedir las coordenadas y una foto que lo confirme y te la envíen en tiempo real”, ejemplifica Leigue.
El coronel Rolando Fernández, excomandante de la Policía cruceña, coincide en que los teléfonos móviles han influido poderosamente en su vida, que forman parte de sus hábitos, y tal vez se vuelven una adicción.

Considera que hay un cambio abismal con el pasado, puesto que la comunicación y la información con cualquier parte del mundo fluye instantáneamente.
Así como muchos pueden utilizar el teléfono para divertirse, considera que la moderna tecnología permite que las policías del mundo mediante Europol e Interpol se comuniquen e intercambien información en forma oportuna y rápida, particularmente sobre las mafias transnacionales y fugitivos buscados en otros países.
Se le preguntó. Cuando usted fue comandante, (entre diciembre del 2002 hasta octubre del 2003), ¿cree que estos aparatos hubieran influenciado en sus actividades profesionales?

Definitivamente, respondió. Y agregó: “Las informaciones sobre delincuentes internacionales si llegaban, era tarde”.
El ex comandante policial aconseja a los uniformados usar esta tecnología, porque cree que puede facilitar enormemente su trabajo de pesquisa contra la delincuencia.

Los pro y los contra
Daniel González, que trabaja para ‘elsistema.info,’ hace tres meses que es un usuario asiduo de un smartphone y en ese corto tiempo ha descubierto un mundo que no conocía.
“Ahora puedo hablar gratis con mis familiares que están en España”. Cree que el principal gasto está en la compra del aparato (que puede costar desde $us 300 hasta $us 700) pero que después ese dinero se recupera en los beneficios.

Paula Suárez, que trabaja en el sector de las redes sociales y en marqueting y publicidad, recuerda que la primera noche que tuvo en sus manos su teléfono inteligente no durmió por la emoción y porque se dedicó a conocerlo, a saber sus detalles para sacarle provecho.
Daniela Egüez, dice que ya no utiliza tanto la computadora porque el smartphone lo tiene a mano y cuenta con las mismas herramientas tecnológicas.
Sin embargo, no ponerle freno al uso del smartphone lleva a la adicción y al encierro en un mundo que puede estar alejado de quienes le rodean.

Clave

Como una computadora
Uno de los dispositivos móviles más usados es el smartphone, teléfonos inteligentes, que combina las funcionalidades de un teléfono móvil tradicional con las de un ordenador.

Peligro con el wi fi
El riesgo que se corre al conectarse a una red wifi desconocida es que alguien podría espiar el tráfico entre el equipo e Internet y, en algunos casos, podría llegar a acceder a la información almacenada en el propio dispositivo.

Cuidado con extraviarlo
Otro aspecto a tener en cuenta es la información que guardan los usuarios en el teléfono.

Los datos en juego
La pérdida del aparato puede suponer un enorme problema, pero más aún lo sería si la información fuera más allá de lo personal y se centrase en la actividad comercial de una empresa.

Medidas de seguridad
Por ello, se debe habilitar un acceso al teléfono inteligente que requiera ‘autenticación’ mediante un nombre de usuario y una contraseña, un pin, un patrón de desbloqueo o cualquier otro tipo de protección que impida que un usuario no autorizado acceda al dispositivo de forma simple. En los dispositivos en los que sea posible el bloqueo automático, hay que habilitarlo.

“El pulgar es la punta de lanza en el uso de los teléfonos”
Sebastián Molina / Experto en nuevas tecnologías

Conforme aumentaba el desarrollo de los llamados teléfonos inteligentes, de 2006 en adelante empezó a gestarse una generación que ha sido denominada la generación del pulgar, esto por el uso sorprendente de estos dedos para el envío de mensajes, el chateo, la navegación por Internet y, más recientemente, en el uso de las redes sociales mediante estos teléfonos. Esta generación fue la punta de lanza de la masificación del uso de los smartphone.

Esta generación está comprendida en aquellas personas de entre 15 y 30 años que, hoy por hoy, no conciben la vida sin la herramienta de entretenimiento y de trabajo que representan los teléfonos inteligentes. Desde compartir fotos de la comida que están consumiendo, hasta cubrir intuitivamente un evento en el que participan. Quienes forman parte de esta denominada generación han pasado a volcar a la sociedad a las redes sociales, quien sigue sus pasos y han continuado con su ejemplo.

Lo que comenzó como una práctica generacional de la clase media-alta por el costo inicial de estos teléfonos, hoy, gracias al desarrollo de las industrias tecnológicas y a las cada vez más accesibles ofertas de las empresas telefónicas en Bolivia, tanto para la compra como para los planes de acceso a la red, ha pasado a tomar como un turbión la forma en la que la sociedad y las familias se comunican.

La inmediatez en la llegada y respuesta de los mensajes, la información al instante, la mayor comunicación entre miembros de un mismo grupo, entre otros, son algunos de los beneficios que han traído consigo los teléfonos inteligentes y su avanzada, la generación del pulgar. Entre los riesgos, está el desconectarse del entorno real y no levantar la cabeza del teléfono, un indicador infalible para detectar a los miembros nativos de esta generación. Dada la extraordinaria cantidad y capacidad de aplicaciones que almacenan estos teléfonos, lo ideal siempre será instalarno la aplicación "comunicación verbal con quienes te rodean ahora". Es infalible.



El individuo puede crear sus propios contenidos
Johnny Auza / Johnnyauzatv/ Youtube

En esta Aldea Global (Marshall McLuhan) que nos permite observar, en perspectiva inversa, los acontecimientos mundiales a través de nuestra propia y geocéntrica experiencia, la popularización del smartphone redes sociales ha sido mi revolución comunicacional favorita. Decretan la emancipación del comunicador de concepto actualmente poco menos que anquilosados, como editor (léase jefe) y otros de tiempo y espacio (horarios y distancias), para devolverle al individuo la posibilidad de crear sus propios contenidos, en sus propias plataformas y a su propio ritmo.

Hoy se puede entrevistar a una fuente, en cualquier parte del mundo, vía aplicaciones, desde un teléfono inteligente en el que también se puede editar el material en minutos, gracias a más aplicaciones.

Las redes sociales permiten hacer periodismo y otras actividades con bastante calidad, pero hacer empresa autosostenida requiere una extraordinaria carga de paciencia.

Con mi esposa, desde Washington hemos usado las redes sociales durante nuestra cobertura de las elecciones en EEUU. Cobertura total, en vivo 24 horas, vía Facebook, con un teléfono inteligente (Android).



No todo es bueno

Las sombras de los equipos los usuarios saben que existen

Ya no se miran a los ojos al hablar
Uno de los principales problemas detectados en el excesivo uso es que varias personas reunidas en un mismo lugar ya no se miran a la cara, porque están ocupadas respondiendo mensajes o chateando por el teléfono







La inmediatez y el interés de contestar en el acto
Hay personas que creen que la posibilidad de comunicarse les produce ansiedad y la compulsión a contestar todos los mensajes o correos que le llegan a su smartphone, antes de llegar a sus oficinas.



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